Las personas prefieren hacer el amor que trabajar

Es lógico que muchas personas prefieran hacer el amor que ir a trabajar, ya que el sexo representa una de las actividades más placenteras que hay en la vida, mientras que el trabajo cansa, aburre y hace de la vida una rutina, de hecho la mayoría de las personas al salir de sus jornadas exhaustivas lo que hacen es buscar las formas de ligar para tener una buena pasión que les haga olvidarse de esos quehaceres laborales. Y no solo son los hombres los que pueden decir que prefieren hacer el amor que ir al trabajo, la verdad es que las chicas en estos tiempos se han dejado de complejos y expresan su gusto por las pasiones, muchas buscan siempre relaciones para sentirse un poco más a gusto pero hay otras que se suman a la vida de aventura de los hombres, por lo tanto no tienen miedos de salir y conquistar para ir a la cama con un hombre desconocido, donde solo conocerán su forma de hacer el amor, lo buen amante que puede ser y nada más, porque luego de los orgasmos cada quien sigue su vida habitual.

Eso es lo bueno, que vemos que ambos sexos no tienen miedos de hacer lo que quieren, por lo tanto al no poder escapar de las obligaciones laborales, por lo menos tienen grandes oportunidades de ir a un bar y terminar en la cama teniendo un buen sexo, algo que han soñado los hombres a lo largo de la historia porque no es un secreto para nadie que han sido ellos los esclavos de sus pensamientos eróticos y de sus fantasías que ahora pueden hacer realidad si juegan las cartas correctas, porque a pesar de la libertad, hay chicas que son exigentes y no se van con cualquier hombre, solo con aquellos que consideran los experimentados.

Porque lógicamente una persona que busca placer por una noche, quieren a alguien que le regale todo lo que tiene en mente, no tiene sentido conseguir una pasión decepcionante que al final no sacie ninguna necesidad y no le de la tranquilidad al cuerpo que tanto quiere, por eso las chicas son selectivas y en cierta forma los hombres también, quieren irse a la cama con las féminas más atrevidas y sensuales, que tomen las riendas pero esas chicas a su vez son las que quieren que los hombres dominen en su momento a la hora del sexo.