Cuando se habla de infidelidad muchas veces lo
relacionamos con amor, pero en eso estamos errados, ya que esto no siempre
implica tener un sentimiento de amor sino mas bien se busca satisfacer una
necesidad que probablemente en nuestra relación actual no logramos satisfacer
con éxito.
En estos casos solo buscamos pasar un rato
agradable con placer, lujuria y diversión, sin tener que llegar a un
compromiso. Para lograr ser la compañía perfecta en los momentos de
infidelidad, generalmente se evita hablar de temas que causen preocupaciones,
ya que el infiel solo busca des-estresarse y no recordar los problemas, y la
otra persona tampoco le interesa saber los problemas del infiel.
Generalmente estos encuentros no llevan mucho
tiempo, ya que solo es lujuria y placer, por lo que al terminar quizás se logre
un par de copas y luego se van. Esto también puede estar referido a las damas
de compañía que los hombres contratan normalmente para ser acompañantes en un
evento y satisfacer ciertas necesidades.
Aunque suene un poco irónico, no todas las
infidelidades tienen como propósito acabar con una relación o matrimonio, sino
llenar esos espacios vacíos en la vida sexual de la pareja. Este tema puede
resultar muy controversial ya que en la mayoría de los casos esto provoca la
ruptura de las relaciones aunque el infiel no tenga ningún sentimiento de amor
hacia la persona con quien mantenía esta aventura.